Tortura XI

Al verla se acercó rápidamente e intentó tomarle el pulso pero era imposible,la anciana había fallecido en el acto y Elizabeth bien lo sabía a pesar de sus intentos.Sintiendo un escalofrío por el cuerpo dejó a la anciana tumbada en el suelo y salió de la casa en autentico estado de pánico.
Corrió por las calles gritando como posesa:
-¡Auxilio por favor!
Pero cuando la gente la paraba e intentaba  ayudarla ella solo podía llorar y pedirles ayuda...
-Señora cálmese,puede explicarme que le pasa-dijo un joven con acento Francés que la había detenido para prestarle ayuda-.
-Andy-gritaba Elizabeth-Andy vuelve por favor...
-¿Ha perdido usted a su hijo?¿dónde lo ha visto por última vez?
Entonces Elizabeth se arrodilló ante el joven y comenzó a llorar abrazando las delgadas piernas de aquel apuesto muchacho.
-Mantenga la calma lo encontraremos¿recuerda donde se perdió?-Dijo el muchacho arrodillándose también y mirando directamente a los enrojecidos ojos de Elizabeth-.
-Se lo han llevado,lo han secuestrado de casa de mi suegra,no se donde está;ayúdame por favor.Un Renault 11 se lo llevó hace menos de quince minuto,dijo Elizabeth con la voz entrecortada.
-¿Quiere mi teléfono?podría llamar a la policía.
-Solo quiero que mi hijo vuelva lo siento no puedo estar más tiempo aquí necesito ir a buscarlo.
-Le ayudaré,me llamo Denis,si quiere podemos usar mi coche,está hay mismo.
Elizabeth se levantó como un rayo secándose las lágrimas y siguiendo a Denis hasta el coche,pero cuando se montó recordó que había dejado atrás el cadáver de su suegra y que tarde o temprano acabaría descubriéndose.No hay cosa que me importe menos ahora,necesito encontrar a Andy-pensó mientras observaba las calles a la espera de poder encontrar aquel Renault aunque bien sabía Elizabeth que en el tiempo transcurrido lo más probable era que Andy se encontrara ya lejos de allí.
-No está aquí,es imposible,han pasado casi 20 minutos.
-Saldremos a carretera si es necesario,Londres es grande pero en 20 minutos no puedes irte al otro lado de la ciudad,cálmese,lo encontraremos.
-No puedo calmarme -sollozó Elizabeth-.
-Pues intente estar atenta-,dijo Denis apartando la mirada de la carretera y volviendo a mirar a los ojos a Elizabeth.
Justo en el instante en que desvió la mirada pudo notar como un golpe seco detenía el escarabajo negro,acababan de atropellar a alguien.
-Joder,que cojones,se me ha cruzado, no lo he visto-dijo sobresaltado Denis-.
Cuando Elizabeth bajó del coche noto como en su cabeza todo empezaba a dar vueltas,sabía quien era,lo sabía a la perfección,era aquella niña de sonrojadas mejillas con aquel pequeño gorro de lana que había visto en su obrador de la mano de Natasha,era Mary.