Lo cierto es que Magdalene nunca fue una mujer violenta,pero la frialdad con la que pronunció aquellas palabras hizo estremecerse a la propia Elizabeth.
-Magdalene tengo miedo,si ella quiere a Andy podría arrebatármelo,es su madre.
-Madre es quien cría Elizabeth además no permitiré que alguien así se lleve a mi nieto.
-Aquel día me hiciste prometer que si esa mujer volvía a aparecer mantendría la calma y te avisaría.ahora me gustaría saber por qué.
-La sangre con sangre se paga Elizabeth pero eres joven y no quiero que eches a perder tu vida, debes cuidar de Andy, así que todo aquel plan que me contaste para acabar con ella,lo haré yo.
-Magdalene...me estas hablando de un asesinato
-Estoy hablando de una venganza,de librarme por fin de este dolor en el pecho...y sobre todo de la eterna duda que me consume,la miraré a los ojos y por fin sabre porqué...
Andy vagaba por los pasillos de la que un día fue su segunda casa con el inevitable último recuerdo que vivió en ella,la muerte de su padre.
Fue una noche extraña,el acababa de salir de su entrenamiento de fútbol,Elizabeth,como de costumbre, le había comprado un buen helado de vainilla y caramelo antes de llegar a casa de su abuela donde cenaban todas las noches a petición de Harry.
Cuando llegaron vieron a ambulancia aparcada frente a la casa y a varios coches de policía acordonando la zona ,Magdalene estaba llorando en el porche mientras una policía la consolaba de forma inútil.
Al verla Elizabeth corrió hacia ella para pedir explicaciones y lo que encontró fue una respuesta que le heló la sangre:
-Lo ha hecho Elizabeth...
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