Tortura IV

-Vaya Andy como has crecido...

Habían pasado siete años desde que Magdalene vio por última vez a su nieto,justo el día de la muerte de Harry.Andy era un chico alto,llevaba el pelo como un verdadero militar,delgado,con una nariz aguileña y unos  grandes ojos color miel que quizá fuera lo más llamativo a primera vista del muchacho.Tenía una boca pequeña pero no desentonaba con el resto de su rostro.Nada tenía que ver con aquel niño rechoncho que había visto por última vez Magdalene hacía siete años.

-El paso de los años abuela...

-que me lo digan ami hijo.

Magdalene invitó a ambos a pasar,lo primero que vio Andy fue un gran piano de cola justo a la derecha del  elegante sofa de cuero negro que presidía el pequeño pero muy bien distribuido salón.
Justo delante del sofá se encontraba una gran televisión con una pequeña figura del big-ben encima.
Las paredes eran marrones y conjuntaban a la perfección con el sillón naranja que se encontraba a la izquierda del sofá.
-Andy cariño me gustaría charlar a solas con  tu abuela,te importaría.
-Claro mama si a la abuela no le importa iré a echar un vistazo a mi vieja habitación,todavía recuerdo las noches que pasé aquí de pequeño.
Cuando Andy se marchó a recordar tiempos pasados a su vieja habitación Elizabeth cambió el gesto de su cara y se dispuso a hablar:
-Magdalene,se que hace muchos años que no nos vemos pero una vez te hice una promesa y vengo a cumplirla
-No me haré la vieja chocha,recuerdo a la perfección de que me estas hablando...ha vuelto esa víbora verdad...
-Si,estuvo en mi obrador,quería llevarse a Andy.
-Te agradezco que me hallas avisado,esa mujer pagará cada lágrima que derramé por mi hijo,a mi edad poco tengo que perder.