Tortura VIII

Tras más de diez minutos llorando a los pies de la cama que tantas veces le había visto reír junto a su abuela mientras esta le contaba cuentos de gigantes,salió de la habitación y se dirigió hacia el cuarto de baño a lavarse la cara-no le gustaba la idea de que Elizabeth supiera que había estado llorando-.
Mientras tanto Magdalene continuaba dialogando en el salón con Elizabeth cuando en un instante de silencio entre ambas sonó aquel gran teléfono blanco que reposaba encima del viejo piano que ya no servía más que para acumular polvo.
-¿suelen llamarte, Magdalene?
-En siete años no he recibido ni una llamada,pensaba que ese cacharro no funcionaba.
Elizabeth se levantó y alcanzó el teléfono,pero al descolgar solo escuchó el suave canturreo de lo que parecía ser una chica.
-Mire si esta usted aburrida puede llamar a otro lugar por favor,no estamos para bromistas.
No sonó más aquel canturreo,no hubo más sonidos,tan solo silencio...
-Mire no llame más por favor.
Pero justo cuando Elizabeth se disponía a colgar sonó un suave hilo de voz que hizo que Elizabeth diera un respingo y pusiera toda su atención al exterior de la casa.
-Es muy grave planear un asesinato Eli,eso esta muy mal...